Comenzando por el principio
No es que tenga intenciones de contarte mi vida y milagro, pero ya que estás aquí tendré que ponerte en algo de contexto. Así que si, algo de mi voy a tener que contarte.
Nací y crecí en una familia bastante normal y tradicional. No es para nada una familia perfecta, pero una familia sin demasiadas movidas y (como todas) con muchas historias. En ocasiones parecíamos tan normales, que a pesar de ser bien alegres podíamos parecer predecibles.
Mis padres fueron funcionarios y trabajaron prácticamente toda su vida, desde muy pequeños. Así que como podrás imaginar, querían lo mejor para mi y mi hermano. Lo que ellos nunca tuvieron. Y esa vida venía cargada de mucha complacencia, diversión y cosas materiales, pero también de la obligación de estudiar y ser “alguien en la vida”. A veces pienso que de alguna forma tanta complacencia me hizo sentir en gran media superior a otro, incluso desde pequeña. O tal ves simplemente era insegura, quien sabe.
Por favor ten en cuenta que esta historia es simplemente una narrativa, una vista al pasado que me ha traído hasta aquí. He tenido unos padres maravillosos que han hecho lo que creían que me daría una mejor vida. He tenido una buena y bonita vida. Pero esa mejor vida, pasaba si o si por estudiar una carrera universitaria y ser un profesional. La verdad es que yo nunca me planteé otra opción y si lo hubiera hecho tampoco habría sabido qué más podía hacer. Tal vez había una parte de mi que sólo quería no decepcionar a mis padres.
En aquel entonces, con 17 años, en el cole todos hablaban de ir a la uni, de las pruebas de acceso a la universidad, de las carreras. Cómo se me iba a ocurrir no hacer una carrera???. En fin, para resumirte mucho unos 8 años de mi vida y después de algunos sube y baja, terminé licenciándome en la universidad y estudiando un MBA en Madrid. el pack completo!
Por supuesto que a esas alturas yo creía que ahora sí podría ser alguien y que estaba creando mi futuro exitoso, trabajando en grandes multinacionales para ser una gran ejecutiva. Y de hecho lo hice, hasta que me mude de mi país (otra vez). Con la migración te comienzas conscientemente a replantear las cosas o la situación te empuja a hacerlo.
En mi caso mi carrera profesional, parecía estar dando pasos hacia atrás en vez de hacia adelante. Por un cúmulo de circunstancias, me sentía muy frustrada y enfadada. Entre otras cosas, no tenía a mi familia cerca y trabajaba muchas horas en una dinámica bastante desequilibrada entre horas trabajadas y salario. Pero seguro que ya conoces la frase “Es lo que hay”. Y no me malinterpretes, yo me lo pase muy bien en esa experiencia, pero también esconde como me sentía explorando mi nuevo hogar y trabajando.
Un día me di cuenta que solo trabajaba, no tenía mayores aficiones. Y gracias a una jornada de Bienestar que organizamos en la empresa donde trabajaba, comencé a practicar yoga. Y aunque la historia es un poco más larga que eso, digamos que fue el punto de quiebre (sumado a algún otro factor) que me trajo hasta aquí.
Si me preguntas, yo hubiera preferido no cambiar nada y seguir construyendo aquella vida perfecta en la cual ser “alguien”, y lo hubiera hecho si las circunstancias no me hubieran ido llevando hacia otras opciones, porque yo tenía muchas resistencias. Afortunadamente no ha sido así, porque me hubiera perdido de mucho!
Con amor, Bianca.-
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